Comienza el verano y cambian las rutinas de nuestros residentes. Las actividades que han venido realizando hasta ahora dan paso a otras mucho más tranquilas y refrescantes.
La fecha clave de comienzo del verano es la noche de San Juan. Esa noche se encienden las hogueras para espantar a los malos espíritus y romper con lo malo del año. Aquí, para no trastocar los horarios de descanso de nuestros residentes, encendimos las hogueras antes de que se hiciera de noche, apuntamos en un papel lo malo que nos ha pasado y lo quemamos en nuestra “hoguera-barbacoa”. Nos ha gustado la experiencia y es muy posible que la añadamos a nuestra lista de tradiciones.
Otra de las señales que indican que comienza el verano en la residencia es nuestra ya famosa FIESTA DEL AGUA. Las previsiones meteorológicas avisaban de la llegada de una ola de calor y ¿Qué mejor de una fiesta del agua para combatirla? La verdad es que ésta es siempre una fiesta divertida en la que nos mojamos unos a otros, realizamos juegos con globos, pistolas o lo que tengamos a mano, pero este año lo ha sido especialmente, no sabemos si porque hacía más calor o porque nuestros residentes estaban deseando tener una nueva fiesta, el caso es que han estado todos muy participativos y con muchas ganas de mojarse y de mojar a los demás, pero sobre todo de divertirse.